Antracol®, 60 años siendo el amigo confiable del agricultor
En la agricultura hay productos que marcan un antes y un después. Antracol® es uno de ellos. Este fungicida preventivo de amplio espectro, desarrollado por Bayer en 1965, cumple 60 años acompañando a los agricultores en todo el mundo con un legado de confianza, innovación y resultados comprobados.
La historia de Antracol® empieza con la visión de tres científicos de Bayer —Fernando Grewe, Walter Lautenschlager y Hellmuth Lehmann—, quienes desarrollaron el propineb, un ingrediente activo de acción multisitio. Su hallazgo fue clave: un fungicida capaz de proteger contra diversas enfermedades fúngicas en cultivos fundamentales como papa, tomate, pepino, cítricos y banano.
Pronto, Antracol® se convirtió en un aliado indispensable. Su modo de acción multisitio lo hizo altamente confiable, ya que al atacar a los hongos en diferentes puntos evita la aparición de resistencias, algo que lo diferencia de muchos productos convencionales.
Más que protección: nutrición para el suelo
Lo que hace único a Antracol® es su doble aporte: además de proteger al cultivo, también nutre la planta gracias a su contenido de zinc, un micronutriente esencial para el desarrollo vegetal.
Este aporte de zinc fortalece las hojas, les da un verde más intenso y ayuda a que los cultivos sean más vigorosos, contribuyendo también a la salud del suelo.
Por eso, a lo largo de seis décadas, Antracol® no solo ha sido un fungicida preventivo, sino también un aliado de la productividad y la sostenibilidad agrícola.
El poder del zinc: más que protección
Uno de los rasgos distintivos de Antracol® es su aporte de zinc, un micronutriente esencial que fortalece el vigor de las plantas, mejora su verdor y contribuye a la salud del suelo. Esta combinación única de protección y nutrición ha marcado la diferencia durante décadas y es parte de la razón por la que el producto continúa vigente.
Gracias a esta fórmula, los agricultores no solo logran prevenir enfermedades como el mildiu, la alternaria o el tizón tardío, sino que también favorecen el desarrollo de cultivos más fuertes, capaces de enfrentar el estrés climático y otros factores que ponen en riesgo la producción.
Una trayectoria global con hitos históricos
Durante sus 60 años de historia, Antracol® ha dejado huella en distintos continentes:
Europa: en la década de 1970 se convirtió en el estándar para los viñedos de Borgoña, Francia, donde logró reducir las pérdidas por mildiu velloso de un 30 % a tan solo 8 %.
Asia: en 1988 llegó a China y se convirtió en parte de las prácticas agrícolas locales. Más tarde, en Vietnam ayudó a controlar el tizón del pimiento, contribuyendo a que el país se consolidara como uno de los principales exportadores de este cultivo en el mundo.
Latinoamérica: desde la década de 1980 su presencia creció de manera exponencial. En Brasil fue registrado en café en 1983, logrando un crecimiento de ventas del 17 %. En países como México, Colombia y Perú, se consolidó como una herramienta esencial para la protección de hortalizas y frutales, y hoy sigue siendo un producto de confianza en toda la región.
Un legado de confianza en más de 50 países
Durante seis décadas, Antracol® se ha ganado la confianza de millones de agricultores. Actualmente, está presente en más de 50 países, protege más de 6 millones de hectáreas cada año y es utilizado por más de 5 millones de productores en el mundo.
El reconocimiento no solo viene del campo: la OMS lo ha catalogado como un producto de baja toxicidad, lo que refuerza su perfil seguro y confiable.
Hoy, Antracol® sigue siendo una de las herramientas más valiosas del portafolio de Bayer. Su fórmula, que combina protección efectiva contra hongos + nutrición a través del zinc, lo convierte en un aliado clave para enfrentar los retos actuales de la agricultura:
Producir alimentos de alta calidad.
Enfrentar el estrés climático y abiótico.
Mantener la sostenibilidad y salud del suelo.
En su aniversario número 60, Antracol® se presenta bajo un lema que resume su esencia: “Tu amigo de toda la vida”. Una frase que no es casual, porque para los agricultores representa justamente eso: un producto confiable, que cumple lo que promete y que ha estado presente generación tras generación.
Una historia que comenzó en los laboratorios de Bayer y que se escribe día a día en los campos, con cada hoja más verde, con cada fruto más sano y con cada agricultor que lo sigue considerando su aliado de confianza.
Porque después de 60 años, Antracol® sigue siendo lo que siempre ha sido: un amigo fiel del agricultor y un símbolo de cómo la innovación puede perdurar y marcar la diferencia en el campo.
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